Cada encargo se concibe como la oportunidad de crear una solución única en respuesta a los distintos elementos que influyen en la gestación de un proyecto.
Los requerimientos del mandante se conjugan con una idea de obra emplazada en un determinado punto en el espacio, que reunirá actividades, visiones y significados.
El resultado debe ser correspondiente en todas sus escalas, desde su composición primogénita hasta sus terminaciones.